JFK: presidente llevado al hospital después de que lo dispararan
Los expertos dicen que el hallazgo no es para tanto, a pesar de los más de 60 años transcurridos desde el asesinato.
"Estas imágenes, estos films y estas fotografías, muchas veces siguen estando ahí afuera. Todavía están en proceso de ser descubiertos o redescubiertos en áticos y garajes", dijo Stephen Fagin, curador del Museo The Sixth Floor Museum en Dealey Plaza, que registra el asesinato ocurrido el 22 de noviembre de 1963.
La casa de subastas RR Auction está ofreciendo el jueves un carrete de cuatro minutos de un film familiar de 8 mm en una subasta en Boston el 28 de septiembre. Comienza con 16 segundos en los que Dale Carpenter Sr. no logra dar la vuelta por la esquina para ver el coche del presidente, pero sí capta otros autos de la comitiva mientras ésta recorría la Lemmon Avenue hacia el centro de Dallas. El film luego pasa al momento después de que Kennedy haya sido herido, y Carpenter está filmando cuando la comitiva corría por la Interstatal 35.
"Esto es notable, en color, y puedes sentir los 128 kilómetros por hora", dijo Bobby Livingston, vicepresidente ejecutivo de la casa de subastas.
El material de la Interestatal 35 -que dura unos 10 segundos- muestra al agente del Servicio Secreto Clint Hill, quien saltó famosamente al asiento trasero del automóvil presidencial cuando los disparos se escuchaban, parado precariamente sobre el presidente y Jacqueline Kennedy, cuyo traje rosa se ve claramente.
"No sabía que no iban a haber más disparos", dijo Hill. "Tuve una visión de que, sí, seguramente habría más disparos cuando llegara allí como lo hice".
Los disparos se produjeron cuando la comitiva pasaba por la plaza Dealey, frente al almacén de libros de la escuela de Texas, donde se descubrió más tarde que el asesino Lee Harvey Oswald se había posicionado desde un puesto de francotirador en el sexto piso. El asesinato en sí fue famosamente captado en vídeo por Abraham Zapruder.
Después de los disparos, la comitiva ingresó a la Interestatal 35 y se dirigió hacia el Hospital Memorial Parkland, donde Kennedy sería declarado muerto. Era la misma ruta que la comitiva habría tomado para entregar a Kennedy en su siguiente parada, un discurso en el Trade Mart.
El nieto de Carpenter, James Gates, dijo que aunque en su familia se sabía que su abuelo tenía film del ese día, no se hablaba con frecuencia del tema. Por lo que Gates dijo que no estaba realmente seguro de lo que había captado él y su abuelo -quien murió en 1991 cuando tenía 77 años- cuando el film, que se había guardado junto a otros films familiares en una caja de leche, finalmente le fue pasado.
Al proyectarlos en la pared de su dormitorio alrededor de 2010, al principio no se impresionó con lo que él y su abuelo vieron en Lemmon Avenue. Luego, cuando comenzó a rodarse el material de la Interestatal 35, ambos se quedaron fascinados. "Eso sí fue sorpresivo", dijo.
Lo que más le impactó fue la posición precaria de Hill en el asiento trasero del automóvil presidencial.
Hill, quien tenía 38 años en el momento del asesinato, después de llegar al hospital fue enviado al teléfono con el fiscal general Robert Kennedy, según informó CBS Bay Area.
"Bien, ¿qué tan malo es?", dijo que le preguntó el fiscal general.
Hill le dijo a la estación que no quería decirle al Robert Kennedy que su hermano estaba muerto. "Así que le dije: 'Es tan malo como puede serlo', y con eso, colgó el teléfono".
Alrededor del tiempo en que su libro, "Mrs. Kennedy and Me", fue publicado en 2012, Gates se comunicó con Hill y con su coautora, Lisa McCubbin, que pasó a llamarse Lisa McCubbin Hill cuando se casó con Hill en 2021.
McCubbin Hill dijo que es admirable que Gates fuera lo suficientemente sensible como para querer que Hill viera el material antes de hacer algo más con él y que ella y Hill invitaron a Gates a reunirse con ellos durante varios días en Connecticut.
McCubbin Hill dijo que mientras ella estaba familiarizada con la descripción de Hill sobre estar parado en el automóvil presidencial mientras éste recorría la interestatal, "ver el material de cómo realmente sucedió... simplemente hace detenerse el corazón".
La casa de subastas ha liberado fotos fijas del film, pero no está divulgando públicamente la parte que muestra cómo la comitiva corre por la interestatal.
Farris Rookstool III, un historiador, documentalista y exanalista del FBI que ha visto el film, dijo que muestra la carrera hacia Parkland de una manera más completa que otros films más fragmentados que él ha visto. Dijo que el material "nos muestra una perspectiva fresca de la carrera hacia el Parkland", y esperó que después de la subasta, termine en algún lugar donde pueda ser utilizado por los realizadores de cine.
Fagin dijo que el asesinato fue un evento tan impactante que no sorprende que la gente tendiera a querer conservar material relacionado con él, por lo que siempre hay la posibilidad de que aparezcan nuevos materiales.
Dijo que los historiadores durante años se han preguntado sobre un hombre que se ve tomar fotos en una de las fotos tomadas ese día.
"Durante años no teníamos ni idea de quién era ese fotógrafo, dónde estaba su cámara, dónde estaban estas imágenes", dijo Fagin.
Luego, en 2002, Jay Skaggs entró al museo con una caja de zapatos bajo el brazo. Skaggs era el fotógrafo capturado en esa foto, y en esa caja de zapatos estaban 20 imágenes de Plaza Dealey antes y después del asesinato, incluyendo lo que se consideran las únicas fotografías en color conocidas del rifle utilizado al ser retirado del edificio de Texas School Book Depository, según dijo Fagin.
"Él simplemente nos entregó esa caja", dijo Fagin.
En diciembre, la Administración Nacional de Archivos y Registros liberó un tesoro de 13.173 documentos relacionados con el asesinato de JFK, un par de días después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, emitiera un decreto ejecutivo que autoriza su divulgación, manteniendo en un cajón miles de otros registros sensibles.
En ese momento, la NARA dijo que el 97% de los aproximadamente 5 millones de páginas de su colección relacionadas con el asesinato se han liberado al público. Pero algunos expertos dijeron que el gobierno continuó censurando o reteniendo información importante que podría poner en un mal contexto a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) u otros organismos.