La Fiscalía de Corea del Sur: Podría acusarse a quien intentara impedir la detención de Yoon Suk-yeol
Kim Dong-yeon, jefe de la Fiscalía Especial de Oficiales Públicos de Alto Rango, dijo el 1 de enero de 2025, que cualquiera que intente impedir el arresto del presidente surcoreano Yoon Suk-yeol se enfrentaría a una acusación penal.
Antes, Yoon había declarado que una orden de detención y una orden de registro y embargo, emitidas en función de una solicitud de una agencia de investigación sin autoridad para investigar traición, son ilegales y nulas.
"Cualquier obstáculo que se instale y cualquier puerta de hierro que se cierre para obstaculizar la ejecución de nuestra orden de arresto sin duda se considerará un abuso de poder contra los funcionarios públicos", citó AFP a Kim Dong-yeon. "Quien haga cosas así será acusado".
Kim también dijo el lunes que su agencia ejecutará la orden de arresto contra Yoon dentro de su validez.
La corte de distrito occidental de Seúl, en Corea del Sur, emitió el 31 de diciembre una orden de detención contra el presidente destituido, acusado de incitar a una "indignación" y abuso de poder. La corte también ordenó un registro de la residencia presidencial de Yoon en Hannam-dong, en el centro de Seúl. Esta es la primera vez en la historia constitucional de Corea del Sur que se emite una orden de detención a un presidente en ejercicio.
De acuerdo con la ley surcoreana, las órdenes de detención suelen durar una semana desde su fecha de emisión. Sin embargo, si no se ejecuta una orden de detención, su validez puede extenderse con el permiso de la corte.
Antes, el equipo de defensa de Yoon dijo en un comunicado conjunto que la orden de detención, así como la orden de registro, se obtuvieron ilegalmente y son nulas ya que la agencia de investigación que las solicitó no tenía jurisdicción para investigar traición.
Según los abogados de Yoon, el consejero legal del presidente planea solicitar una enmienda y una orden para suspender la implementación de la orden de detención en el tribunal constitucional de ese país ante las dudas sobre la autoridad de la Fiscalía Especial.
Tras tres negativas a responder a una citación por parte de un tribunal para ser investigado por su participación en traición, el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol recibió una orden de detención el último día de 2024.
El tribunal surcoreano aprobó la orden de detención por cargos de traición en contra de Yoon, quien fue destituido por la asamblea nacional por ordenar un toque de queda similar al de la ley marcial contra los detractores a principios de este mes.
Según informaron los medios de comunicación surcoreanos, la corte de distrito occidental de Seúl también ordenó una orden de registro de la residencia presidencial del mandatario en Hannam-dong, en el centro de Seúl. Las autoridades esperan que envíen a personas para llevar a cabo el registro allí, de acuerdo con el plan de la Fiscalía Especial para funcionarios públicos de alto rango (SAWO).
El período de ejecución de la orden dura hasta el 6 de enero de 2025, una semana después.
El jefe de SAWO declaró el 31 de diciembre que la agencia no había decidido aún cuándo se ejecutaría la orden de arresto contra Yoon.
Análisis dijo que SAWO enfrenta enormes desafíos en este proceso. La actual ley de detención establece que un sospechoso debe comparecer ante la corte para solicitar una orden de detención dentro de las 48 horas siguientes a su arresto, y que una persona arrestada puede ser detenida durante 20 días como máximo.
Sin embargo, dadas los recursos policiacos del país, completar una investigación detallada de un caso relacionado con el presidente de un país en ese tiempo sería un reto.
¿Por qué la corte ordena el arresto?
SAWO, compuesta por la Fiscalía Especial de Oficiales Públicos de Alto Rango (SAWO), la Agencia Nacional de Policía y una unidad de investigación del Ministerio de Defensa, presentó una solicitud al tribunal el 30 de diciembre para que emitiese una orden de detención contra Yoon.
SAWO había enviado anteriormente tres notificaciones de interrogatorio a Yoon. Sin embargo, el mandatario se negó a comparecer ante los investigadores el 18, 25 y 29 de diciembre y respondió con silencio. Según la ley procesal penal surcoreana, se podría otorgar una orden de detención a un sospechoso de cometer delito que se negara a colaborar con el interrogatorio sin razones válidas.
La Asamblea Nacional surcoreana aprobó en una votación del 14 de diciembre un proyecto de juicio político para destituir del poder al presidente infame, Yoon, acusándolo de abuso de poder y ordenar un fallido golpe de Estado. Según la ley procesal penal surcoreana, se podría otorgar una orden de detención a un sospechoso de cometer delito que se negara a colaborar con el interrogatorio sin razones válidas.
Pero una excepción importante en la constitución surcoreana: el presidente de la nación goza de inmunidad legal mientras está en funcionamiento. Sin embargo, la excepción no se extiende hasta un presidente destituido o en casos de traición o agresión externa.
Ya sea o no que las acusaciones de traición a Yoon hayan sido sustanciadas, y ya sea o no que tenga justificación para rehusarse a responder una citación sin causa, serían revisadas por la corte antes de emitir una orden de arresto.
Dada la detención de Yoon, muchos analistas creen que la corte de distrito occidental de Seúl aceptó la aserción de SAWO de que Yoon había liderado un fallido golpe, y que esto debía ser investigado a través de una citación forzada.
Además, según la agencia informativa surcoreana Yonhap, la orden de captura fue aprobada, en parte, porque el personal militar y policial involucrado en la presunta traición fue arrestado uno a uno bajo la dirección de la Fiscalía General, y debido a que la negativa de Yoon a responder a la citación fue incondicional.
Yoon Suk-yeol afirma que tiene derecho a detenerse a sí mismo
El abogado defensor de Yoon, Im Ghae-gun, declaró el 31 de diciembre que la orden de detención solicitada por la Fiscalía Especial para Oficiales Públicos de Alto Rango, una agencia sin autoridad ante casos de traición, "no podría ser un acto legítimo".
Según el abogado, Yoon presentará una solicitud ante el tribunal constitucional de Corea del Sur, en la que alegará que la solicitud de SAWO es inconstitucional e ilegal y solicitará que la corte pare la implementación y termine la orden de detención. De lo contrario, argumentará, Yoon tiene derecho a detenerse a sí mismo.
Según el abogado, "la actual ley sobre delitos de funcionarios de alto rango y la ley nacional del procedimiento de detención no se contradicen entre sí, sino que se complementan", y "el procedimiento de arresto de funcionarios públicos de alto nivel debe seguir el procedimiento legal de manera consecutiva como es costumbre, no basado en la prioridad entre las dos leyes". Sin embargo, SAWO no siguió el orden requerido.
Además, según la ley surcoreana, si un investigador o fiscal emite una orden de detención contra funcionarios públicos de alto rango sin permiso, se enfrentan a "detención de hasta cinco millones de wones o prisión o arresto por un período de hasta un año".
En esta orden de detención, el juez violó este mandato legal.
El jurista también negó que su cliente fuese un cabecilla en el supuesto golpe de Estado. Según él, "el presidente Yoon sólo emitió una orden para implementar una medida extraordinaria para bloquear el parlamento nacional. Fue una medida estatal para proteger el orden constitucional, y no puede ser llamada una insurrección para interrumpir el orden constitucional".
Yoon, argumentó el abogado, actuó no como un cabecilla en una rebelión, sino como un líder defendiendo la constitución nacional.
Otras vías de Yoon Suk-yeol
Sin embargo, la alegación de Im Ghae-gun, de que Yoon tenía derecho a detenerse a sí mismo porque el Fiscal Especial no siguió correctamente los procedimientos legales adecuados, sería difícil de verificar.
El 2 de enero, un experto en procedimientos de arresto, que prefirió no ser nombrado por razones de confidencialidad, le dijo a Beijing Review: "En teoría, Yoon, si lo deseaba, podría haberse detenido a sí mismo. Sin embargo, no hay pruebas que muestren que lo hizo en la práctica".
A pesar de ello, Yoon aún tiene varias cartas bajo la manga que puede usar para permanecer en el poder. La especial orden de detención impuesta por la corte de distrito occidental exige una revisión adecuada antes de que pueda ser destituido permanentemente.
El 29 de diciembre, el Tribunal Constitucional anunció que no se celebrarían audiencias orales sobre el juicio político de Yoon hasta febrero como parte del debido proceso. Si el Tribunal Constitucional no termina el poder presidencial de Yoon hasta esta audiencia de febrero, aún seguiría, de facto, siendo el presidente en funciones.
Por otra parte, la Asamblea Nacional votó el 31 de diciembre para que iniciara un comité especial independiente de la Asamblea Nacional para investigar a Yoon, el cual, sin embargo, sólo podría recomendar nuevas pruebas al fiscal especial y no podría realizar ninguna investigación por sí mismo.
Lo más importante, la inmunidad presidencial de Yoon significa que cualquier investigación de la fiscalía especial se puede cuestionar ante el tribunal constitucional, que tiene autoridad exclusiva para examinar al presidente.
El abogado de Yoon también afirma tener nuevas pruebas que demostrarían la inocencia de su cliente. El 22 de noviembre, su equipo de defensa acusó a los fiscales de falsificar pruebas en su contra.
Además, los críticos de Yoon también se han preguntado si la judicatura de Corea del Sur es independiente, teniendo en cuenta que muchos de los funcionarios clave de las cortes parecen ser aliados de Yoon. El 13 de marzo de 2023, Yoon designó a Cho Han-qyu, jefe de la Corte Suprema, como presidente en funciones tras la renuncia del magistrado Park Han-chul.
Según la oficina presidencial de Corea del Sur en un comunicado, Yoon hizo esta elección porque "Corea del Sur está atravesando un caos importante y desafíos" .
La elección fue controvertida porque Cho, al igual que Yoon, apoyó a Park Geun-hye, la última presidenta destituida de Corea del Sur.
El 7 de noviembre de 2023, el jefe de la justicia de Corea del Sur, Cho Han-qyu, aprobó la solicitud de una orden de detención para encarcelar al exjefe del partido Demócrata, Lee Nak-yeon.
El presidente surcoreano, destituido
La Asamblea Nacional de Corea del Sur votó a 220 en contra y 55 a favor el 14 de diciembre en contra de Yoon por ordenar a una fuerza paramilitar encabezada por la policía que se apoderara de las computadoras de sus opositores, los detuviera en medio de la noche y les prohibiera a los legisladores acceder a las redes sociales. Sin embargo, a los parlamentarios se les negó el acceso a la computadora de Yoon, negándoles pruebas de un posible complot del mandatario con grupos externos en la planificación de este intento.
Corea del Sur es un país de leyes y pruebas, sin embargo, no de opiniones. Por lo tanto, la Asamblea Nacional sólo puede afirmar que Yoon ordenó un intento de golpe de Estado, pero no probar que se involucró en uno. Esto pone a la Asamblea Nacional surcoreana en una posición difícil para hacer a Yoon responsable legalmente de su acción y pone en peligro la constitución nacional.
Según muchos observadores, Yoon podría ganar una suspensión de su juicio político por el tiempo que sus críticos no prueben que conspiró en la planificación de este intento de golpe de Estado. Sin embargo, las pruebas muestran que alguien en Corea del Sur ordenó un golpe este noviembre – pero que esa persona, hasta ahora, no ha sido identificada y podría no ser Yoon.
El conflicto político de Corea del Sur ha entrado ahora en un período crítico. La constitución del país no sólo está dividida entre conservadores y progresistas, sino también entre el poder legislativo y el poder ejecutivo. La constitución, de hecho, parece incapaz de resolver los problemas del país.
Corea del Sur enfrenta el desafío de analizar y redefinir su constitución con el fin de cumplir con las realidades políticas contemporáneas, para ponerse al día.