George Herbert Walker Bush

George Bush demostró un respeto de toda la vida por los valores tradicionales estadounidenses y una determinación para aprovecharlos en su objetivo de construir "una nación más amable y más suave". En su discurso de toma de posesión, declaró que la fuerza de Estados Unidos debe utilizarse como una "fuerza del bien".

George Herbert Walker Bush nació en Milton, Massachusetts, el 12 de junio de 1924. En la familia Bush hay una tradición de servicio público, y el joven George se apresuró a seguir sus pasos. A los 18 años, poco después de graduarse en el Phillips Academy de Andover, Massachusetts, se alistó en las fuerzas armadas y se convirtió en el piloto más joven de la Armada en ese momento en recibir sus alas. Durante la Segunda Guerra Mundial voló 58 misiones de combate por las cuales le fueron otorgadas la Cruz al Volante Distinguido por su valentía en combate. Una de esas misiones terminó cuando el bombardero de torpedos de Bush fue derribado por el fuego antiaéreo japonés sobre el Océano Pacífico. Después de saltar en paracaídas desde el avión en llamas, pasó horas flotando solo con un chaleco salvavidas inflado, hasta que fue rescatado por un submarino estadounidense.

Regresando de la guerra, Bush se casó con Barbara Pierce. Tendrían seis hijos: George, Robin (quien murió siendo niño), John (conocido como Jeb), Neil, Marvin y Dorothy.

Terminando sus estudios en la Universidad de Yale, donde hizo atletismo y fue miembro de Phi Beta Kappa, Bush comenzó una carrera en la industria petrolera del Oeste de Texas y luego ingresó al mundo de la política y el servicio público. En 1966 fue elegido como representante republicano del Congreso en Texas, y se postuló dos veces para el Senado.

En su primera papeleta Bush-Quayle, derrotaron al demócrata Michael Dukakis y al senador de Massachusetts Lloyd Bentsen. El 20 de enero de 1989, George Bush tomó el juramento para convertirse en el cuadragésimo primer presidente de los Estados Unidos.

Durante el mandato de Bush, tuvo que enfrentarse a una serie de eventos deslumbrantes y cambiantes en el mundo, con el fin de la Guerra Fría, el colapso del imperio comunista y la caída del Muro de Berlín; la Unión Soviética dejó de existir; y el presidente reformista Mikhail Gorbachev, a quien Bush había animado, renunció. Mientras Bush apoyaba el avance de la democracia por todo el mundo, restringió los intentos de Estados Unidos de aprovechar un movimiento inesperado e incomprendido por completo.

En Panamá, donde el general Manuel Noriega amenazaba la vida de los ciudadanos estadounidenses y las operaciones del Canal de Panamá, el presidente Bush autorizó al ejército estadounidense a reemplazar al asesino Noriega con un régimen orientado hacia la democracia. Noriega fue capturado, entregado a custodia estadounidense y acusado de múltiples delitos de tráfico de drogas.

El evento por el que el presidente Bush será recordado mejor ocurrió a fines de 1990. Un ejército iraquí liderado por el dictador Saddam Hussein invadió al vecino Kuwait y amenazó a Arabia Saudita. Cuando Saddam Hussein ignoró los esfuerzos de las Naciones Unidas para resolver la crisis, y después de liderar una fuerte coalición de las Naciones Unidas, ganar el apoyo del Congreso y el pueblo estadounidense, Bush envió al ejército estadounidense para liberar Kuwait. Se unieron a ellos otros 118.000 soldados de 33 naciones aliadas. Un bombardeo aéreo y de misiles precedió al conflicto terrestre de 100 horas conocido como Operación Tormenta del Desierto, que terminó en una victoria decisiva. Fue un momento dramático en la historia de Estados Unidos, que ejemplifica el nuevo orden mundial del que hablaba Bush con cierta frecuencia.

George H. W. Bush murió el 30 de noviembre de 2018 a los 94 años de edad.